Terapia Visual

Es posible que la visión del niño esté afectada, y que ciertas habilidades no estén funcionando adecuadamente.

Esto provocará que no quiera leer, pintar o estudiar, pero no porque sea vago,  si no porque se encuentra incómodo realizando todo aquello que requiera esfuerzo visual. 
¿Este niño estará en las mismas condiciones que el resto de compañeros?
Claro que no, debemos de recordar que gran parte de la información que procesamos es visual, este niño tendrá muchas dificultades para conseguir llegar a los objetivos que le marcan en el colegio.

En qué consiste la terapia visual

La terapia visual consiste en un programa de ejercicios personalizados que se realizan a diario en casa y una vez a la semana en la consulta y a través de ellos pretendemos mejorar todos los aspectos visuales que estén afectados.

01
Trabajo duro
La base del éxito de la terapia visual radica en el trabajo. No es magia, el niño ha de realizar los ejercicios a diario si no no se producirá ningún cambio.
02
Nuevas conexiones
Buscamos crear unas redes neuronales nuevas más eficaces y precisas que las anteriores, según los últimos descubrimientos en Neurología cuando tu repites una actividad a diario durante al menos 21 días, se produce un cambio físico en tu cerebro.
03
Terapia global
Si el niño sufre ojo vago vamos a intentar no solo igualar agudeza visual si no que coordine los ojos mejor, que acomode mejor y que se muevan de forma más precisa. El concepto es mucho más global, no solo quiero que tenga más cantidad de visión si no que esa visión sea de calidad.

¿Por qué la terapia visual?

La terapia visual nace del convencimiento que la visión es mejorable en todos sus aspectos. Habrá casos en que sus habilidades visuales sean suficientes para las actividades que realiza pero habrá otros que la visión sea un verdadero obstáculo para el aprendizaje del niño.

¿Qué ocurre si alguien necesita realizar terapia visual y no la hace?

La respuesta es sencilla, nada. Si algo no funciona y no se hace nada por mejorarlo, no lo hará por sí solo.

Cuando nos encontramos a un niño o adulto con estas dificultades y vemos en él todo el potencial que no está desarrollado, nos preguntamos ¿qué mejor regalo para él que proporcionarle las herramientas necesarias para conseguirlo y hacer que se maneje de forma eficaz en el colegio o en su actividad diaria?