¿Por qué mi hijo tuerce un ojo?

¿Por qué mi hijo tuerce un ojo?

estrabismo

A muchos padres les habrá surgido esta pregunta, normalmente la desviación aparece al nacimiento o con 2 ó 3 añitos, siendo el estrabismo congénito o infantil.

Si nos encontramos con un niño que tuerce uno o los dos ojos, lógicamente lo primero es pedir consulta con un oftalmólogo o un optometrista especializado en niños. Estos especialistas nos dirán las posibles opciones que tenemos.

Me gustaría ir más allá y explicaros qué está ocurriendo para que ese ojo no se alinee, no apunte al mismo sitio que su compañero.

La razones pueden ser varias, una que suele ser la menos común es que exista una patología ocular (esclerosis multiple, parálisis cerebral, miastenia gravis etc) que se debe tratar de inmediato, otra sería un ojo vago que ve borroso y ese es el motivo por el cual aparece la desviación, otro motivo puede ser hipermetropía no corregida, es decir el niño necesita gafas y no las lleva, entonces al tener compensar esa graduación durante un tiempo prolongado provoca una desviación de sus ojos hacia adentro (endotropia), en el momento se ponen las gafas los ojos se enderezan y el sistema visual se equilibra. A veces hay combinación de varias, existe ojo vago y estrabismo. Y otras no se saben bien por qué ocurre pero el niño tuerce un ojo, y el ojo no es vago ni necesita corrección.

Es posible que en su desarrollo motor se haya saltado alguna etapa de la secuencia evolutiva y esto haya propiciado que sus ojos no aprendan a trabajar en equipo es decir, a coordinar sus imágenes, para ello ha de existir un nivel de coordinación elevado entre ambos ojos. Para obtener una imagen en tres dimensiones necesitamos dos imágenes ligeramente diferentes, por la disposición anatómica de los ojos, al juntarlas va a aparecer la sensación de profundidad o 3D.

¿Qué ocurre si uno de mis ojos no apunta en la misma dirección que el otro?

Pues que las imágenes serán muy diferentes y no habrá forma de fusionarlas, entonces aparece la diplopía o visión doble, esta sensación es muy incómoda para el cerebro y lo soluciona suprimiendo la imagen del ojo que tuerce. En otros casos, el cerebro da una respuesta distinta, se llama correspondencia retiniana anómala, es un concepto bastante complejo que voy a intentar simplificar, se intenta fusionar las imágenes distintas en aquellas zonas dónde no sean tan diferentes esto será más fácil en la periferia y conforme nos acercamos al centro donde las imágenes van a diferir mucho se produce supresión.

En el primer caso, en la supresión vamos a tener un sistema visual que sólo funciona con la información de uno de los dos ojos, perdiendo así la capacidad de ver en profundidad o 3D, este niño tendrá problemas calculando distancias, puede tropezarse con facilidad, tendrá dificultad para coger una pelota en el aire y lo más importante es que su sistema visual no está al máximo de sus capacidades. El ver solamente con un ojo tiene más implicaciones de las que pensamos…

Los estrabismos se pueden clasificar de diferentes maneras, yo me decanto por la siguiente:

  • Exotropia (tuercen los ojos hacia fuera), puede ocurrir que siempre esté torcido o solamente lo haga cuando está más cansado o débil.
  • Endotropia acomodativa (tuerce hacia adentro), pero con gafas se corrige totalmente. En estos casos la visión en 3D está conservada.
  • Endotropia parcialmente acomodativa, el niño necesita gafas pero cuando las ponemos la desviación mejora pero no desaparece por completo, queda un resto.
  • Endotropia no acomodativa, se produce una desviación que no puedo compensar con gafas.

Estos serían los estrabismos más comunes, existen muchos más tipos, pero para una primera aproximación es suficiente.

Ahora vamos a imaginar que mi hijo con 3 añitos tuerce un ojo y le llevo al oftalmólogo y me dice que necesita gafas, pero que incluso con ellas sigue torciendo, esperamos unos meses a ver la evolución y no mejora. Entonces el oftalmólogo me plantea operarle para enderezar sus ojos. Cuando el oftalmólogo le opera, realiza unas modificaciones en los músculos extraoculares  para que los dos ojos apunten al mismo sitio, pero que los ojos estén rectos ¿implica que mi cerebro fusione las imágenes recogidas por ambos ojos? Lo normal es que no se produzca, porque no se le ha enseñado a ello. Es un sistema visual que nunca o la mayoría del tiempo no ha tenido fusión, no sabe cómo coordinar esas dos imágenes para tener percepción de profundidad.

Se podrían obtener unos resultados mucho mejores si antes de la operación se realizará terapia visual, para que el cerebro del niño supiera qué es la fusión y la hubiera practicado y después de la operación reforzarla, así tendríamos además de una cura estética una cura funcional.

Me pregunto por qué no está más extendido cuando esta forma de trabajar disminuye el número de operaciones y aumenta la efectividad.

En este tipo de trabajo oftalmólogos y optometristas deberíamos ir de la mano, realizando un trabajo en equipo, donde todos saldríamos ganando tanto pacientes como profesionales.

Me encantaría que en un futuro próximo esta práctica fuera lo habitual y no la excepción.

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